Tristemente cómico. Una expresión aplicable a ciertas situaciones que a todos nos ha tocado vivir y por supuesto que también tiene su extensión en el deporte. Cualquier fallo de un jugador a puerta vacía (un saludo al Loco Abreu), por ejemplo, un gol en la portería del Atleti tras un esperpéntico fallo defensivo o que Carlos Sainz no gane un Mundial porque su coche sufra una avería a 500 metros es tristemente cómico para un aficionado imparcial. Milagro, tragedia, suerte o vudú, según los casos, para los implicados. Puedes sonreir, maldecir, desdramatizar el deporte hasta un punto extremo o pasar a ser tu motivo principal de cabreo en ese momento. It depends.
Lo de LaShawn Merrit también es un caso tristemente cómico. Triste: que de uno de los atletas estadounidenses más destacados, y por ende del mundo, se descubra que ha dado positivo en tres controles a finales de 2009 y principios de 2010. Cómico: que la sustancia que puede arruinar su carrera y costarle dos años de sanción no afecta, en principio, ni para bien ni para mal en su rendimiento deportivo. Como ya sabéis, y esto es lo que está alimentando la risa de los imparciales y espectadores en general, el positivo se produce por una prohormona, cuyo nombre es DHEA, que interviene en la producción de hormonas sexuales y que en último término sirve para alargar el miembro viril.
Por supuesto los comentarios jocosos e ingeniosos por redes sociales y demases vehículos de expresión no han tardado en sucederse. Pero más allá de gracietas, la suspensión temporal de Merrit supone un gran revés para el atletismo internacional. A sus 23 años, ya ha sido campeón olímpico de 400 metros lisos (Pekin´08) y mundial (Berlín ´09), junto a las medallas de oro en estos dos campeonatos en la modalidad de relevos. Él y su compatriota y compañero de generación Jeremy Wariner, oro en Atenas ´04 y que tiene en su haber, con 43,45, la tercera mejor marca mundial de la historia en esta distancia, eran las principales amenazas del estratosférico récord de Michael Johson, conseguido en los Mundiales de Sevilla ´99 y fijado en 43,18. De ambos se especuló en el principio de sus carreras que podrían acercarse a este registro. El clásico humo de predicciones alimentado con la bonita leyenda de un blanco ganando pruebas de velocistas (en el caso de Wariner). Johnson es grande entre los grandes, y solo en la escena de velocistas pueden comparársele Lewis y Bolt. Merrit, pese a todo, tiene como plusmarca personal 43,75, quinta mejor de la historia, solo por debajo de tiempos del propio Johnson y de Wariner.
Pérdida importante, por tanto, y que sirve para reabrir el viejo debate de si se debe sancionar (moral y mediáticamente incluso como ocurre de soslayo) a los deportistas por el hecho de consumir drogas o sólo debe castigarse a los que lo hacen para mejorar su rendimiento deportivo.
Mientras tanto, os dejamos la mejor carrera de Merrit hasta la fecha, comparada con la espectacular carrera de Johnson en La Cartuja.
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